Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1887-1888 (Cortes de 1886 a 1890)
Sesión: 11 de abril de 1888
Cámara: Congreso de los diputados
Discurso / Réplica: Réplica al Sr. Pedregal
Número y páginas del Diario de Sesiones: 90, 2372
Tema: Amnistía para todos los complicados en los últimos sucesos políticos

No me he referido a las manifestaciones republicanas que haya podido hacer S.S., a pesar de que no me parece de buen gusto hacerlas en el Parlamento, por ser contrarias a las instituciones vigentes. (El Sr. Azcárate: ¿Para qué estamos aquí?). Estará S.S. para eso, pero a mí no me parece bien que se hagan esas manifestaciones. ¿O es que quiere S.S. que a la fuerza me parezcan bien? Pero repito que no me he referido a eso, a pesar de que me pudiera referir, porque declaro que no me parece conveniente hablar de República en el seno del Parlamento todos los días y a todas horas, como si estuviéramos en un período constituyente; a lo que me he referido yo, es a ciertas sospechas sobre la legitimidad de la situación actual, que el Sr. Pedregal ha dejado correr en el curso de su peroración. A eso me he referido, y eso no es conveniente ni pertinente, ni se puede decir aquí, porque eso es predicar la teoría de la insurrección, y aquí no se puede predicar más teoría que la de la legalidad.

Por lo demás, S.S. tiene razón; hay algunos emigrados que se han sometido al indulto, y esos han encontrado de parte del Gobierno todas las facilidades. Pero, cosa singular, la proposición presentada por el Sr. Muro excluye precisamente a todos los que han aceptado el indulto, porque no había más que de los procesados y emigrados. (Denegaciones en los bancos de la minoría republicana). No lo dudéis; ahí está la proposición, y no dice nada de los indultados. (El señor Baselga: Si así fuera, se modificaría en el acto). Ya sé que la modificaríais; pero el hecho es que nada dice de los indultados, lo cual me demuestra que SS. SS. no se acuerdan más que de aquellos que no han querido someterse al indulto, de los que siguen impertérritos en la emigración, y que se olvidan de los que se han sometido al indulto otorgado por el Gobierno, aceptando la legalidad en cierto modo. Yo me alegro de que esto sirva para que los señores republicanos de la minoría parlamentaria se acuerden de esos indultados y comprendan en la petición de gracias a todos, aunque no estén emigrados ni procesados. (El Sr. Muro pide a la Mesa la proposición y la examina). No está; no se moleste S.S. en buscarla, porque no está. (El Sr. Muro: Ésa es una sutileza que no es digna de S.S.). Repito que no se moleste S.S. en buscarla, porque no está. (El Sr. Azcárate: Sí está). A ver, ¿dónde está? (El Sr. Azcárate: Dice: procesados y condenados). Pero los indultados no están ni procesados ni condenados. (El Sr. Baselga: ¿No es condena el haberlos privado de sus empleos? ¿Es poco el estar condenados a morirse de hambre?). Yo no he condenado a nadie a morirse de hambre. (El Sr. Baselga: Los ha condenado la ley). ¡Ah! bien; pero lo menos que puede perder el que se insubordina, es el puesto que tenía, porque si no, no arriesga nada, y entonces sería muy lucrativo el oficio de revolucionario.

Eso no puede ser, y yo digo a los señores republicanos que son muy impacientes y que están movidos por un impulso generoso sí, y que yo aplaudo, pero? (El Sr. Azcárate: Y político). También político, porque puede que eso convenga a la política de sus señorías, pero no a la política del Gobierno ni a la general del país; y ya comprenderán los señores republicanos que entre la conveniencia de la política del Gobierno y la conveniencia política de ese grupo, yo he de optar por la conveniencia de la política del Gobierno.

Créanme los señores republicanos; abandonen esa cuestión y no insistan en prolongar este debate; ya han discutido bastante esta tarde este punto; ya han dicho lo que tenían que decir; ya han manifestado sus deseos con gran calor, y también con gran entusiasmo, y bajo el punto de vista de su posición política, yo creo que con gran conveniencia propia. Sus señorías han cumplido con su deber; pero creo también que el Gobierno ha cumplido con el suyo, y todos debemos quedar contentos y satisfechos. [2372]



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